Tras un ligero abandono, vuelvo a escribir.
Quién nos hubiera dicho el primer día a Anna y a mí que echaríamos tanto de menos El Rama? A pesar de estar sin ducha, sin agua, sin poder tirar de la cadena, ocasionalmente sin luz ni internet, con poco ocio y aislados, extrañamos a nuestro padre adoptivo, amigos y compañeros de trabajo.
Algunos de los momentos en Rama que nos quedarán para la posteridad son:
- Nuestra llegada. Con Don Samuel recibiéndonos con un cartelito que por una cara decía "Bienvenidos Anna y Gerard" y por la otra "Don Samuel Mejía".
- Nuestro trayecto a Rama. Nuestro anfitrión demostró ser pura chispa y diversión, convirtiendo un viaje de 4 horas en uno de casi 7, con cambios de ritmo y múltiples paradas para amenizar el viaje.
- El tiempo. Ahora llueve, al cabo de 1 minuto hace sol y 2 semanas más tarde sube el río algo más de 9 metros y se inunda medio Rama.
- Las excursiones al puente y el cerro. Ambos, el aparentemente inestable puente y el cerro donde yacía la antena de Radio Dignidad, fueron lugares para nosotros mágicos. En el puente comimos agua de coco, Anna bateó como si no hubiera un mañana y visitamos una escuela; en el cerro nos enfrentamos a unos perros hambrientos, "supervisamos" la reparación de la antena a la vez que tomábamos algunas fotos y disfrútabamos de las vistas.
- San Carlos. Fue un sábado cuanto menos anecdótico. Por algún despiste que otro (Sr. Guardia: - Identífiquense por favor...), emprendimos un viaje de más de 300km en coche para acabar viendo el Malecon y comiendo en un buen restaurante. Tras esto, volvimos, comimos en Mueye de los Bueyes, vimos una peli en el mismo restaurante y volvimos a casita.
- Bluefileds. Un día entre semana, nuestro "fiel" amigo Samuel nos sugirió ir a Bluefields a pasar el día. Nos levantamos a las 4.30am para acabar subiendo a la panga a las 6.30am y acabar llegando alrededor de las 8.30am. Hicimos todo bluefields y hasta fuimos al Bluff en una "algo" averiada y escacharrada Moto-Taxi, con un conductor algo imprudente y poco amante de los animales. Comimos en un sitio "muy top" (recomendado por la Norma, la Sra. de la casa y esposa de Don Samuel) y finalmente regresamos a nuestro apreciado Rama.
- Radio Dignidad. Don Samuel nos permitió participar en su programa de radio "Le sumba la marimba" (título de nuestro blog) y dar a conocer a los rameños las disparidades culturales.
Samuel: - Qué barbaridad, 22 años y sin hijos!
Anna: - Sí, en España es lo normal.
Samuel: - Mujeres rameñas, estudien como esa muchacha chele. Ya tendrán tiempo de casarse y tener hijos!
- Los compañeros de trabajo. Especialmente Yaritza la Responsable de Carteras, Jami la Cajera, Jule la Presidenta y Asesora Legal, y Don Samuel el Gerente de la Oficina de Crédito hicieron que nuestra experiencia fuera increíble.
- El gimnasio. Sí, era un antro, pero aún así el mejor gimnasio de Rama. Más allá de las instalaciones, las condiciones eran excepcionales, pagábamos 25 córdobas (menos de 1$) cada vez que íbamos y teníamos entrenador personal y todo.
- Los "After Work". Jami y Yari, tras vernos desesperados por tener algo de ocio más allá de trabajar, comer, dormir e ir al gimnasio, nos propusieron hacer planes después de trabajar. Nosotros, encantados, aceptamos. Fuimos a cenar fuera, a copear y a bailar, siendo los únicos en el local tras las inundaciones.
- El diluvio. Con las fuertes lluvias, el río Escondido subió algo más de 9 metros y, con ello, muchas casas fueron inundadas y familias trasladadas. Sin embargo, a nuestro parecer los rameños no perdieron la calma y mantuvieron su buen humor y positivismo, lo cual sería inimaginable en nuestro entorno.
- La despedida. Dejar la APPDR y, en especial, la Oficina de Crédito, nos entristreció. El equipo nos hizo entrega del "polo" de la Asociación por la Paz y el Desarrollo de la Ciudad del Rama y sus obsequios y muestras de agradecimiento nos quedarán para la posteridad.
Con esto nos despedimos de Rama para aprovechar nuestra estancia en Esgueva House (Managua).
Hasta otro ratito, Rama y APPDR!
Flynn (x2) #conunapañodeMac